¿Qué es Protect Our Breasts?
La iniciativa de comunicación de Protect Our Breasts es un proyecto interdisciplinario hecho de estudiantes de marketing y biología en la Universidad de Massachusetts Amherst y acogido por el Isenberg School of Management. Un equipo de estudiantes de diferentes especialidades académicas desde la financia hasta la salud pública trabajan juntas para investigar y compartir los descubrimientos científicos acerca de alternativas más seguras para estos productos diarios que contienen químicos tóxicos. Mientras que la ciencia presenta muchas causas potenciales para el cáncer de seno, estamos dedicados a prevenir estas causas potenciales. Queremos ser prevenidos aunque a veces falta una prueba irrefutable del daño. Protect Our Breasts tiene dos maneras de acercarse a la comunicación sobre las alternativas más seguras y soluciones a la seguridad química. Nuestro primer planteamiento es la distribución de información. Compartimos lo que han descubierto otras organizaciones con bases científicas del cáncer de seno, fuentes científicas y otras organizaciones respetadas en su campo profesional sobre los químicos preocupantes y las soluciones para evitarlos. Además de comunicar a nuestra comunidad virtual, Protect Our Breasts organiza una variedad de eventos en diferentes escuelas durante el año académico. En estos eventos, los miembros del club tienen la oportunidad de compartir información y un producto más seguro. La razón por la cual queremos distribuir estos productos más seguros es para apoyar a las compañías que están haciendo un cambio de dirección en el mercado y para ofrecer una solución a los estudiantes que muchas veces piensan que todo causa el cáncer.
La Ciencia de Protect Our Breasts
Aproximadamente una en ocho mujeres tiene la posibilidad de que le dé cáncer de seno durante su vida. En 2011, fueron más de 3.5 millones de sobrevivientes del cáncer de seno en los Estados Unidos. Contrariamente a la creencia popular, se cree que sólo entre el 5 al 10% de los casos del cáncer de seno son de causas genéticas. Se relacionan entre 15 al 20% de los casos a los factores estilos de vida. Más del 70% de los casos de cáncer de seno no tienen una causa conocida.
Durante muchos años, se creía que los riesgos de los productos químicos eran directamente proporcionales a la cantidad de exposición. Ahora, los científicos saben que el momento, la duración y el patrón de la exposición son tan importantes como la dosis. La exposición a las toxinas ambientales durante “la ventana crítica de susceptibilidad” (pubertad, embarazo, lactancia y menopausia) puede aumentar la probabilidad de desarrollar el cáncer de seno.
Los químicos que contribuyen al cáncer de seno
Según la Coalición de Cáncer de Seno de Massachusetts, solo el 7% de los 85,000 productos químicos sintéticos en el medio ambiente han sido probados para detectar los efectos en la salud humana. Además, la Ley de Productos Químicos Seguros prohíbe sólo un puñado de sustancias. Nuestra investigación se centra en los 216 carcinógenos mamarios (químicos que causan cáncer) del Silent Spring Institute y la lista de 1000+ posibles alteradores endocrinos de The Endocrine Disruptors Exchange.
¿Qué es un disruptor endocrino?
Se definen los disruptores endocrinos en varias maneras. La Sociedad Endocrina los define como una sustancia química exógena o una mezcla de sustancias químicas que interfiere con cualquier aspecto de la acción hormonal. El sistema endocrino libera las hormonas en el torrente sanguíneo. Las hormonas se dirigen a los tejidos o los receptores para generar una respuesta específica. Las hormonas regulan diversas funciones, como el crecimiento, el metabolismo y el desarrollo neurológico. Cuando los disruptores endocrinos afectan a los receptores del cuerpo, muchas funciones pueden verse alteradas o interrumpidas. Estos efectos pueden ser irreversibles.
Algunos químicos sintéticos que existen en el mundo industrial pueden ser disruptores endocrinos. Los químicos sintéticos pueden imitar a las hormonas naturales en apariencia y forma. Como resultado, los receptores del cuerpo permiten que estos químicos interrumpan las funciones que mantienen homeostasis (Fig. 1). Esta interrupción puede causar efectos complejos, pero no todos son conocidos. Estos efectos se han relacionado con el aumento de diversas enfermedades.
Muchos de los químicos ambientales son persistentes, lo que significa que pueden existir en el cuerpo durante mucho tiempo. Sin embargo, algunos productos químicos no persistentes pueden ser peligrosos. Una sustancia exógena tiene un efecto en el cuerpo directamente relacionado con el tiempo, no con la dosis. Esta afirmación refuta la creencia que “la dosis hace el veneno”. Los cuerpos humanos son más vulnerables durante las fases de desarrollo, y los efectos de la exposición química pueden continuar a otras etapas de la vida.
Estos descubrimientos muestran que los humanos existen en un entorno con muchos riesgos diferentes. Después de años de uso de productos químicos, nuestra tierra tiene productos químicos que alteran las hormonas en el aire, el suelo y el césped. Como no podemos controlar algunas de estas exposiciones, debemos tomar el control de las exposiciones en las que tenemos opción cada día.
Haga clic aquí para descargar la infografía sobre disruptores endocrinos.
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Recursos para aprender más
La Sociedad Contra El Cáncer:
https://www.cancer.org/es/cancer/cancer-de-seno/acerca/que-es-el-cancer-de-seno.html
Disruptores endocrinos:
https://neolifeclinic.com/blog/disruptores-endocrinos-un-problema-actual/
Disruptores endocrinos: https://www.vivosano.org/disruptores-endocrinos/
Women’s Voice en español: https://www.womensvoices.org/en-espanol/